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domingo, 6 de enero de 2008

Encuentros con el Guia

Encuentros con el Guía ''1''


El principio


Cuando me acerqué al guía, este ya era un hombre mayor, y yo muy joven. Iba a verlo por alguna razón que en aquel momento no me era totalmente clara. El vivía en una granja en las afueras de la ciudad, lo suficientemente lejos o cerca como para que uno decidiera lo que esto significaba, según el propio estado de animo.

Algunas cosas han cambiado desde entonces, hoy, yo soy el hombre mayor, aquella razón que me impulsó a hacer mi camino se hizo clara, y el guía ya no vive con nosotros, más que en el recuerdo y en el corazón. Y si bien antes estábamos juntos de tanto en tanto, hoy no pasa un día en el que no lo estemos.

Es con la alegría y la responsabilidad que su recuerdo me inspira que escribo estas historias, tratando de ser lo mas fiel posible al espíritu que lo animaba.

Los días en la granja comenzaban temprano, con los primeros rayos de sol. Todos los que vivíamos en el lugar, compartíamos el desayuno junto al anciano que daba las indicaciones del trabajo en esa jornada. Las charlas intensas de entonces se mezclan en mi memoria con el aroma del café y las tostadas recién hechas que acompañaban aquellas mañanas. Todavía si cierro los ojos, y respiro profundo, me parece sentir el aire frío y puro, y el olor de los pinos del bosque que rodeaba el lugar llenándome los pulmones.

A pesar del tiempo que ha pasado no me cuesta nada ver al viejo maestro caminar por el parque, lento y cadencioso, en dirección al estanque, y recordar claramente nuestras charlas…

Charlas que impregnarían cada pensamiento y cada acción de mi vida.

Recuerdo una mañana que me dirigía al pueblo por unas provisiones, ver al guía practicar unos movimientos que recordaban al taichi, se le veía muy alegre y no pude evitar el comentarlo:

-Esta mañana se le ve feliz maestro-

-¿No será que el que mira modifica lo que ve, y yo ayer estaba tan feliz como hoy, pero tú no lo viste con los ojos de ahora?

Me quede mirándolo, tratando de agregar algo, pero antes de que pudiera me invitó a sentar sobre un tronco que la última tormenta había arrancado de raíz, y que esperaba terminar sus días como leña para la chimenea de la casa.

-Feliz, dijo -cuando siguió hablando-¿qué es la felicidad?

El había abierto una puerta y me invitaba a pasar como era su costumbre, y yo deseoso como estaba, no iba a desaprovechar la oportunidad, así que conteste.

-Felicidad, alegría, lo que la gente entiende.

-Lo que la gente entiende, repitió sin dejarme terminar, y me miró fijamente-

-¿Tu crees que la gente entiende lo que es la felicidad?

-¿Tu crees que se preguntan con ánimo de indagar realmente?

-Si fuera así ¿No sería distinto todo?

-Ahora dejemos a la gente creyendo sus cosas y dime tu ¿Qué crees que es la felicidad? Preguntó, y se quedo en silencio mirándome fijamente esperando una respuesta.

-Bueno -dudé en usar las palabras correctas-la satisfacción de los deseos, respondí

-Si asumes que esto es así, continuó hablando, solo serás feliz entorno a situaciones, ¿No crees tú que la felicidad debiera ser un estado interno, y no estar sujeto a los caprichos de las cosas? Y una vez mas su silencio apuraba mi respuesta.

-¿Pero cómo estar feliz si las cosas no son como yo quiero?

-¿Por qué no pensar mejor en ser feliz y no en estarlo, no cambiaría esto la relación con las cosas? Preguntó, y a la par que se estiraba un poco agregó:

Empezar a ser, como un estado que nos integra y no un estar feliz en función de una situación variable con las fluctuaciones del medio.

Eso que tu llamas felicidad, o lo que la gente cree que es, se da cuando la proyección psíquica de la realidad se condice con la realidad misma, mientras más puntos coincidan de una con la otra, mas feliz se está, no hace falta que te diga que aparece cuando estas no condicen.

-¿Se puede entonces vivir sin proyectar? Pegunté ansioso por aclararme.

-Y el me preguntó a su vez ¿Acaso, esta proyección psíquica, es vivir realmente, o se pasa algo por alto?

-¿Pero el proyectar de esta manera, no nos da dirección en la acción? Pegunté al guía.

En la felicidad de la proyección, me respondió, hay una pretensión del ego, que espera que el mundo, la vida o las gentes se ajusten a su capricho. La pretensión de que las cosas sean como uno quiere nos acerca más al sufrimiento que a la felicidad, el que proyecta lo hace, ahora hacia el pasado, ahora hacia el futuro, y es en ésta proyección de la imaginación y la memoria que se pasa por alto lo único real, el presente. La vida es minuto a minuto, ni antes ni después, y esto debe ser así, y poco importa lo que uno quiera.

-Entonces ¿Cómo entro en el presente? Pegunté, entendiendo la importancia de este hecho.

-¿Tal vez uno debería preguntarse como salir de los laberintos irreales de la proyección? Estar en el presente es el estado natural, cuando se deja de proyectar y pretender, y se permite a cada tiempo ocupar su lugar, se sincronizan los tres tiempos, y las cosas simplemente son, aquí y ahora.

-Amigo mío, aceptar el devenir de los acontecimientos sin resistir, como éste tronco, ¿por qué no piensas un poco en él? Al igual que el resto de las criaturas de la naturaleza, acepta su situación y se integra a la rueda de la transformación, sin pretender que sea antes ni después, sin resistir y sin negar, cumpliendo así con el destino, no con su idea

de él.

¿No sería bueno para el hombre abandonar su idea del destino, y simplemente hacer como este tronco? Ahora, por favor, ve y trae el hacha, no demoremos más nuestro destino, que la leña se acaba.

Anibal Gomez (Sutul Nare)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Guía:
Para mi todo este relato se resume en esta frase "las cosas simplemente son, aquí y ahora".
Esta frase me llena de paz y tranquilidad, me relaja, me hace poner los pies sobre la tierra para transitar y disfrutar cada momento, y no para correr detrás de proyecciones futuras que en algunos casos me confunden y me hacen dejar de recorrer el camino que yo quiero y elijo.
Besos

Sutúl Naré dijo...

Hola Flor,
Que bueno tu comentario, el desafio a diario podria resumirse, sitando tus palabras, en lograr que esos momentos de paz, tranquilidad y relajacion se sumen hasta formar una masa critica que lo cambien todo, entendiendo que es un proceso que lleva su tiempo y dedicacion, y deberá pasar mucho antes de que esto se combierta en un estado mas o menos permanente,pero despues de todo es la calidad de vida propia la que esta en juego, gracias por el interes, Anibal Gomez EL Sutúl.