UN ESPACIO PARA COMPARTIR EL PENSAMIENTO Y GENERAR VINCULOS DESDE LA REFLEXION ACTIVA A TRAVES DE LA LECTURA DE TEXTOS DEL AUTOR Y SUS IDEAS.

domingo, 29 de mayo de 2011

Poesía encarnada ''Revelación''

Oculto en secretísimos parajes
La brisa me susurra el misterio.
Perecen los ecos…
Caen las sombras…
El absoluto se me revela y me arrebata el corazón.
Descubro una senda escondida que no reconoce límite ni concepto,
Espacio ni tiempo.
Una senda por la que volver hacia mí mismo
Sin las implacables conclusiones de la razón pensada.
Vuelvo en el silencio supremo con el alma abierta,
Un silencio que la profundidad no toca y la palabra no expresa.
He descubierto la pista del secreto de lo que anhela el alma,
Su nombre, su memoria.

domingo, 22 de mayo de 2011

Editorial ''De la dependencia''

Uno a escuchado decir que las respuestas están dentro de uno, pero en verdad son muy pocas las cosas que se responden así.
Uno debería peguntarse si no se esconde una pretensión de autosuficiencia detrás de todo esto. En un tiempo donde la dependencia esta tan mal vista, ¿Cómo suena esto?
Tal vez sería bueno revisar el concepto de dependencia. Si miramos a nuestro alrededor, sobre todo en el mundo natural, no en el artificial y muchas veces caprichoso mundo del hombre, podemos reconocer con facilidad que la dependencia es la moneda corriente, pero esta es equilibradora y no patológica.
Estamos inmersos en un ecosistema donde el otro nos da sentido, y nosotros a su vez le damos sentido a alguien mas, de tal forma nos hayamos recíprocamente vinculados, y es en ese vinculo que nos une, que la mayor parte de las respuestas son halladas.
Aprender a necesitar con alegría y sin temor, renovando el vínculo que nos une, nos libera de la pretensión de ser autosuficientes y nos devuelve un poco de humildad

Pensamientos...

la incoherencia solo es posible en la acción, la consecuencia de las acciones siempre es coherente.

viernes, 20 de mayo de 2011

Pensamientos...

Los conflictos del mundo son el resultado de los conflictos de cada uno
La miseria del mundo es el resultado de la miseria de cada uno
La responsabilidad del mundo es de cada uno.

Natural-Mente

Los salmones nadan hacia una muerte segura movidos por la vida. Y su máximo esfuerzo es algo que ellos entregan.

jueves, 5 de mayo de 2011

Editorial ''Llenar el vacío''

El ejercicio del egoísmo en cualquiera de sus formas acarrea consigo una condena que mas tarde o más temprano se cumplirá. Todos los intentos por llenar el vacío existencial a partir de la satisfacción de los deseos, profundizan la condición y nos alejan de nosotros.
Con el paso del tiempo el inevitable reclamo de la escencia se hace cada vez más potente y lleva al hombre –Si algo de él se ha preservado- a profundas reflexiones de tono espiritual que lo sacudirán de la comodidad.
En esta puja por la vida que se tiene y la que uno siente que debería tener, la justificación de los costos a pagar por la elección es el principal argumento. Como si algún costo fuera excesivo para lograr una vida verdadera.
En procura del estado original, el estado de raíz, deshacerse de todo cuanto no le es imprescindible o necesario será consigna y camino de retorno a lo escencial. Aquí el vaciarse es restar para sumar, adquiere forma inversa, así el vaciarse permite que lo que hasta ahora estaba vacío sea llenado.
Cuando la reorientación de las prioridades es comprendida y encarnada, el hombre logra apartarse del egoísmo y se desarrolla en él una nueva condición vital, basada en el amor.

lunes, 2 de mayo de 2011

Poesía encarnada.

El espíritu del viento toma cuerpo,
en un remolino de hojas otoñales.
Cruza como en danza sagrada,
en círculos el bosque.
Ahora que las hojas descansan en el suelo,
y han dejado de girar
¿No hará lo mismo mi alma cuando muera?
simplemente volar.

El espíritu del agua viva brilla en la corriente,
y su cuerpo líquido es voluntad que fluye, plácida, inexorable,
a pesar de la piedra o del tiempo.
Acaso tendrá mi alma la voluntad del agua,
la libertad del viento.

De Encuentros con el guía, los relatos.

-Acompáñenme, dijo el guía, que la estación es propicia y los ojos del corazón están listos.
De inmediato nos pusimos en marcha, nos dirigimos hacia el bosque siguiendo al maestro que se veía exaltado.
Nos detuvimos al llegar a un arroyo. El paisaje era tranquilizador. Los árboles se habían despojado del follaje, la luz del atardecer gris y fresco, atravesaba sin dificultad hasta el piso y alumbraba las hojas que tapizaban el suelo. La desnudez de los árboles dejaban al descubierto a los pájaros, que cantaban calmada y dulcemente. Algunos metros más allá, el agua también se dejaba oír, casi como un susurro.
El guía nos reunió en torno de él y dijo:
-Cuando vemos a diario lo hacemos con los ojos de la mente, pero estos no bastan para ver todo lo que es.
Si miran con los ojos del corazón lo podrán ver.
Hizo silencio y luego de unos segundos nos señaló en la dirección que unas hojas se arremolinaban en medio de un claro, y dijo con gran dramatismo:
-Vean con el corazón al espíritu del viento.
Las hojas se arremolinaron, subieron y bajaron formando una espiral compacta, que luego empezó a desplazarse alrededor nuestro hasta cerrar un círculo, para terminar alejándose y desapareciendo en medio del bosque.
Visiblemente emocionado, el anciano habló así: -Es este bosque reflejo de la vida. Es el otoño momento de volver a la raíz, como la savia, llevar la atención de las ramas al centro de las cosas, vivir en el tronco, donde mora la esencia.
Dejar que las hojas caigan a su tiempo, que se desnude la rama y quede a la vista el argumento, dejar que caigan con ellas todo lo que sobra, que esta pérdida no se lamentará.
Acompañar con alegría la danza circular de las hojas que el espíritu del viento anima, y viajar más allá con el alma libre, en el remolino que las agita, hasta que sea su capricho abandonarlas a su suerte.
Ahora, el maestro hizo que lo siguiéramos hasta el arroyo, y cuando estuvimos en la orilla, nos llamó la atención sobre la espuma que se veía claramente iridiscente, parecía flotar sobre el agua y al mismo tiempo penetrarla. Mientras serpenteaba entre las piedras, el guía, que la seguía con la mirada, dijo:
-Es este arroyo reflejo de la vida. Es en su esencia como la vida misma, movimiento perpetuo.
Sean como el espíritu del agua que brilla en su corriente fluido y persistente, que no se avergüenza por esquivar la piedra y no se vanagloria por alterar la costa. Seguirlo en su derrotero con el alma, para que tengamos su voluntad en este río de la vida.