El sonido que impregna todos los sonidos no es la verdad suprema,
porque aun en su pureza habita la forma y lo causal.
La verdad suprema se oculta en el silencio,
la voz que la revela es una pausa,
es inaudible.
No es lo que murmura el mantra lo que nos dice,
es lo que calla.
El silencio del gran mantra es lo verdadero,
el antes del cuerpo y el antes de la idea,
lo impronunciable, lo incomprensible,
Lo que no está ni dentro ni fuera.
El silencio que impregna todos los silencios es la verdad suprema
El útero donde se gestan las mil formas
el Uno sin par donde lo dual se desvanece,
Donde no hay la conciencia de uno y la conciencia.
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