El ocre fulgor de las hojas caídas entibió mis pasos
Y celebré el otoño con la esperanza de que el viento también se llevara esa hoja que resiste en la rama
Mis años se cayeron del árbol otra vez y la brisa los llevó a lugares nuevos donde la habitualidad que todo lo endurece no los alcanzó
El suave y dulce crujido de esas hojas me acompañó en el camino y no pude más que sentirme consolado
Me abrigó del frio invierno y de la fría soledad nada más aquel recuerdo
Cuando vuelva a ser hoja en este suelo descansaré en la recurrencia de las cosas y esperaré a que llegues otra vez.
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1 comentario:
Con dos palabras tuyas mi corazon se despierta. Me haces recordar. Vuelvo a sentir. Algo entre la inexorable soledad y la serena alegria. Algo que siempre fue sin comienzo ni fin. Algo que no se puede interrumpir. Algo que esta mas alla de mis absurdas pretensiones. Me haces recordar. Y me envolves como si fuera una frazada en la aceptacion incondicional.
gracias Maestro
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