Un silencio amenazó la continuidad de su existencia
Quiso aferrarse a él, hacerlo suyo
Le susurró sibilante sus mil nombres
Quiso que pensara como si fuera él una vez más
La acción que nace de la inacción lo puso en evidencia
Y la no forma reveló la forma
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3 comentarios:
son preciosos esos silencios...
... tal vez estos mil nombres determinados, accidentales y aquerenciados y su protagonismo en distintos instantes nos ayuden a ir en pos de nuestro nombre escencial... para realmente comprender que no hay nombre... que no tenemos una "forma de ser"...
Te saludo, sin nombre!!!
Gracias por tu aporte, espero conocerte, al menos encontrarte por aca. abrazo infinito.
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