El arrebato fulguroso de la conciencia me encendió,
como a las alas de una mariposa que vuela hacia el fuego.
No fue más que un instante su resplandor divino,
la luz abrazadora.
Igual que a una mariposa el fuego de la razón sin mente me devastó las formas.
Y con esta nueva nada entre en la conciencia que todo lo abarca.
Dejé de ser en todo y continué más allá de mí, estando y siendo,
disolución sin perdida.
Resignificado en el sentido olvidado en tantos tiempos,
Me hundí en una tierra,
en la misma raíz del significado.
y se me impregnó de fundamento la existencia.
Lo falso dejo de ocupar el lugar de lo verdadero
Y la contradicción se reveló en paradoja
Dar es darse
Darse deshacerse,
perder el limite.
La frontera que te deja dentro
Que nos deja fuera.
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1 comentario:
hola anibal, maestro! soy silvia, perdida en la vida necesito de tu ayuda y perdí tu tele y mail, cuando puedas me los mandas? besos
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