Deja de quejarte ya…
Por tanta cosa sin importancia, o acaso no puedes ver que toda tu vida alcanza y sobra si no pierdes el tiempo en dudas y lamentaciones.
Mira a tú alrededor…
E l viento sopla y arranca hasta la última hoja que quedaba en la rama, sin importarle ni del árbol ni de la hoja, el árbol no se resistió, la hoja no se lamentó.
Los frutos se han caído, algunos se partieron en dos y fueron devorados por las hormigas, otros fueron devorados por los pájaros antes de estar maduros, algunas de sus semillas se hundieron al pie del árbol y germinaron, pero la sombra que dio el gran árbol, les quitó la posibilidad y se murieron, las que viajaron en el vientre del ave fueron depositadas lejos y torcieron un destino desde la aceptación y la mansedumbre y todo sin lamentarse.
No olvides…
Tu vida no es más fugaz que el segundo que pierdes, ni más eterna que el segundo que conservas.
Pon tu conciencia…
En la acción a diario, y encuentra allí la más posible y real de las eternidades.
Ten presente…
Ni siquiera te lamentes de lo no comprendido, porque aunque sea de esto, lamentarse es seguir sin comprender, y no confundas lamentarse con arrepentirse, arrepentirse es comprender la raíz de la equivocación, y esto sin lugar a dudas cambiará tu vida.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Buneos días, palabras sabias, que me llevan como siempre a recordar la aceptación, que se me olvida muy a menudo...
Gracias por tus escritos Anibal
Un abrazo, Mari Carmen
Hola Mari Carmen,
Que bueno saber de ti despues de tanto tiempo, gracias por tus comentarios, visitaste la web?
gracias por llevarme a la comprensión y a la posibilidad de vivir y morir sin lamentar.
dd
por fin veo la diferencia entre lamentarse y arrepentirse... comprender la raiz de equivocacion.
gracias
Publicar un comentario