Creo firmemente que la espiritualidad debe ser práctica, nunca debería ser un camino de enredos y fantasías, tampoco la búsqueda de poderes especiales, más bien un camino para llegar a ser felices con lo que se es. Lejos de una mística compleja y oculta, un reencuentro con la simpleza mas abrumadora y elocuente.
Así, siguiendo un camino de sencillas verdades se simplifica la existencia y se desentrañan las raíces de los conflictos y el sufrimiento.
‘’El hombre está condenado a la espiritualidad puesto que es una entidad espiritual, y su felicidad y evolución dependen de que acepte este hecho o se resista a él ’’
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