sábado, 17 de noviembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
jueves, 15 de noviembre de 2012
lunes, 12 de noviembre de 2012
domingo, 11 de noviembre de 2012
viernes, 9 de noviembre de 2012
Poesía Encarnada ´´Rosario de ideas´´
El presente vivo
que no esta en el
tiempo.
El tiempo
que es inagotable
presente en la consciencia.
La consciencia
inabarcable
que no define la
palabra.
La palabra creadora
que es cuerpo de la
idea.
La idea matriz
que es mensajera del
espíritu.
El espíritu
invisible
que revela la
visión.
La visión del origen
Que desbarata la
ilusión.
La ilusión macabra
Que logra cohesión
fragmentando el todo.
El todo donde se
gesta el bien.
El bien
por el que el todo
encuentra la razón
La razón
Que justifica la existencia.
Diálogos con el Maestro ¿Contestaciones o respuestas?
-Háblame del presente -le dijo el joven al anciano maestro.
-¿Del presente? ¿De cual presente? ¿Del que está muerto y
sin sentido? ¿O del que está vivo y no habita en el tiempo?
-No se, entonces háblame del tiempo.
-¿De cual tiempo? ¿Del que es un capricho hecho a la medida
del hombre? ¿O de ese tiempo que es inagotable presente en la consciencia?
-has eso, háblame por favor de la consciencia querido
maestro.
-¿Qué consciencia? ¿La consciencia que puedes limitar con tu
mente? ¿O esa qué es inabarcable y que no define la palabra?
-Entonces que sea de la palabra ¿Qué hay de la palabra?
-¿Cual palabra? ¿La palabra sin raíz en el corazón? ¿La
palabra de otro que nunca se hace propia? ¿O la palabra creadora que es el
cuerpo físico de las ideas?
-¿Y de las ideas? -Siguió preguntando sin parar el joven.
-¿De las ideas? ¡Ideas sin cuerpo, sin corazón y sin razón!
¿Qué ideas? ¿O hablas de esas ideas matrices que son mensajeras del espíritu?
-¡A el espíritu! Déjame ver algo del espíritu por favor.
-¿ver algo del espíritu? ¿No será el espíritu invisible el que
puede ver algo y revela la visión?
-Tal vez puedas decirme algo de la visión entonces
-¿De la visión? ¿De
esa visión que los ojos del cuerpo dan y no puedes confiar? ¿O la que ve el
espíritu y es la visión del origen que desbarata la ilusión y es la única en la
que puedes confiar?
-Si ¡la ilusión es
algo que me preocupa! Dime de ella por favor.
-¿La ilusión? ¿Esa
que parece albergar esperanza? ¿O la macabra e invisible que logra cohesión
dividiendo el todo?
-El todo ¿Qué es el
todo? Preguntó el joven verdaderamente inquieto por las evasiones del anciano
-El todo, repitió el
anciano, ¿De cuál hablas, de ese donde puedes poner todas las cosas que existen
o pueden existir? ¿O de ese donde se gesta el bien?
El joven casi
ofuscado con el maestro le preguntó ¿Por qué no me respondes a nada?
-¿Cómo que no te he
respondido a nada? Repuso el viejo indignado ¡no he hecho mas que responderte!
-Está bien -agrego
el joven sin estar convencido- Sólo una pregunta más ¿Qué es el bien?
-El bien es eso por
lo que el todo encuentra la razón –respondió el viejo, y anticipándose al
muchacho le dijo:
-Te responderé a la
pregunta que estás por hacerme si me dices tu ¿Cuál es la razón que justifica
la existencia?
S. N.
martes, 6 de noviembre de 2012
Poesía Encarnada ´´Vida verdadera´´
Perecen los ecos del último latido,
el aliento final es exhalado.
Muero a diario con gusto a todo lo creído
y renazco a su vez en el principio.
Entro arrobado en la sutil trama
que no tocan los dedos,
que no aferran las manos.
Y atestiguo a la vida verdadera,
mas allá del deseo y la ilusión mundana.
A esa, que el orín no corroe
y la polilla no orada.
La vida verdadera,
la del estar y ser.
La del significado eterno,
la que no agota el tiempo.
sábado, 3 de noviembre de 2012
Diálogos con el Maestro ´´Renunciar al sufrimiento´´
El viejo maestro sollozaba y se quejaba. Se hallaba de pie
en una posición por demás incomoda y parecía al verlo que iba a desplomarse.
Sin embargo esto no pasaba, sólo su cuerpo se estremecía de los pies a la
cabeza y era claro que el dolor que le provocaba era intolerable. Por alguna
razón incomprensible estaba así, en una especie de contorsión ridícula tan
intrincada que era difícil entender como había logrado colocarse en esa
postura.
Al escuchar sus lamentos corrí donde el para socorrerlo.
-¡Querido maestro déjame que te ayude! Exclamé.
-No –me respondió- nadie puede ayudarme, nadie puede,
repitió con la voz entre cortada que reflejaba su estado de dolor.
-Sólo debo tomar esta parte de aquí –dije- y girarla hacía
allá, hasta que tu brazo se desenrosque de alrededor de tu pierna y esta otra
pierna que está acá detrás… ¡No, detente, para ya! ¿Que quieres hacerme? grito
como loco.
-Quiero ayudarlo -repuse algo molesto- era usted quien se
estaba quejando.
-Si, me quejaba pero no pedía ayuda -me replicó el viejo-
con cara de desencajado.
-¡No entiendo! -le grité- y me di la vuelta para dejarlo
solo con su excentricidad del momento.
-¿Que no entiendes –me dijo- qué nadie me pueda ayudar o que
esté en esta posición? Y al darme vuelta para responderle el anciano estaba
parado a pocos centímetros de mí con la cabeza muy adelantada del resto del
cuerpo y me escudriñaba con los ojos desorbitados.
-No pude evitar decirle que algunas veces me parecía muy
desagradable eso que hacía.
-Lo siento –dijo- recuperando la expresión. Pero no me has
respondido la pregunta.
-Ninguna de las dos cosas, respondí tajante.
-No debería ser difícil para ti entender esto Te he visto
hacer lo mismo tantas veces -dijo el maestro- Como muchos te pones en
posiciones internamente no menos ridículas y torturantes, te quejas por sufrir
pero rechazas ayuda cuando en realidad lo único que debes hacer es salirte de
allí. Te abandonas en un rincón tenebroso de tu espacio interno y digo te
abandonas por que si no lo hicieras podrías moverte a un lugar mejor con solo
quererlo. Cuando me viste hace un momento en esa posición absurda no tardaste
en darte cuenta de cómo ponerle fin a mi sufrimiento. Pero ¿cómo es posible que
no veas que ponerle fin al tuyo es igual de fácil? La única diferencia en ambos
casos es que tú me ves a mí, pero no te ves a ti mismo. Si lo hicieras, si te
vieras ¡podrías cambiar tu estado en un segundo! sólo debes renunciar a tu
forma peculiar de sufrir ¿Estás dispuesto? Te aseguro que en cada uno de
nosotros hay un mejor lugar donde habitar. Ahora muévete que no tienes todo el
día.
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