UN ESPACIO PARA COMPARTIR EL PENSAMIENTO Y GENERAR VINCULOS DESDE LA REFLEXION ACTIVA A TRAVES DE LA LECTURA DE TEXTOS DEL AUTOR Y SUS IDEAS.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Poesía Encarnada ´´Rosario de ideas´´


El presente vivo
que no esta en el tiempo.
El tiempo
que es inagotable presente en la consciencia.
La consciencia inabarcable
que no define la palabra.
La palabra creadora
que es cuerpo de la idea.
La idea matriz
que es mensajera del espíritu.
El espíritu invisible
que revela la visión.
La visión del origen
Que desbarata la ilusión.
La ilusión macabra
Que logra cohesión fragmentando el todo.
El todo donde se gesta el bien.
El bien
por el que el todo encuentra la razón
La razón
Que justifica la existencia.

Diálogos con el Maestro ¿Contestaciones o respuestas?


-Háblame del presente -le dijo el joven al anciano maestro.
-¿Del presente? ¿De cual presente? ¿Del que está muerto y sin sentido? ¿O del que está vivo y no habita en el tiempo?
-No se, entonces háblame del tiempo.
-¿De cual tiempo? ¿Del que es un capricho hecho a la medida del hombre? ¿O de ese tiempo que es inagotable presente en la consciencia?
-has eso, háblame por favor de la consciencia querido maestro.
-¿Qué consciencia? ¿La consciencia que puedes limitar con tu mente? ¿O esa qué es inabarcable y que no define la palabra?
-Entonces que sea de la palabra ¿Qué hay de la palabra?
-¿Cual palabra? ¿La palabra sin raíz en el corazón? ¿La palabra de otro que nunca se hace propia? ¿O la palabra creadora que es el cuerpo físico de las ideas?
-¿Y de las ideas? -Siguió preguntando sin parar el joven.
-¿De las ideas? ¡Ideas sin cuerpo, sin corazón y sin razón! ¿Qué ideas? ¿O hablas de esas ideas matrices que son mensajeras del espíritu?
-¡A el espíritu! Déjame ver algo del espíritu por favor.
-¿ver algo del espíritu? ¿No será el espíritu invisible el que puede ver algo y revela la visión?
-Tal vez puedas decirme algo de la visión entonces
-¿De la visión? ¿De esa visión que los ojos del cuerpo dan y no puedes confiar? ¿O la que ve el espíritu y es la visión del origen que desbarata la ilusión y es la única en la que puedes confiar?
-Si ¡la ilusión es algo que me preocupa! Dime de ella por favor.
-¿La ilusión? ¿Esa que parece albergar esperanza? ¿O la macabra e invisible que logra cohesión dividiendo el todo?
-El todo ¿Qué es el todo? Preguntó el joven verdaderamente inquieto por las evasiones del anciano
-El todo, repitió el anciano, ¿De cuál hablas, de ese donde puedes poner todas las cosas que existen o pueden existir? ¿O de ese donde se gesta el bien?
El joven casi ofuscado con el maestro le preguntó ¿Por qué no me respondes a nada?
-¿Cómo que no te he respondido a nada? Repuso el viejo indignado ¡no he hecho mas que responderte!
-Está bien -agrego el joven sin estar convencido- Sólo una pregunta más ¿Qué es el bien?
-El bien es eso por lo que el todo encuentra la razón –respondió el viejo, y anticipándose al muchacho le dijo:
-Te responderé a la pregunta que estás por hacerme si me dices tu ¿Cuál es la razón que justifica la existencia?
S. N.

martes, 6 de noviembre de 2012

Poesía Encarnada ´´Vida verdadera´´


Perecen los ecos del último latido,
el aliento final es exhalado.
Muero a diario con gusto a todo lo creído
y renazco a su vez en el principio.

Entro arrobado en la sutil trama 
que no tocan los dedos,
que no aferran las manos.

Y atestiguo a la vida verdadera,
mas allá del deseo y la ilusión mundana.
A esa, que el orín no corroe
y la polilla no orada.
La vida verdadera,
la del estar y ser.
La del significado eterno,
la que no agota el tiempo.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Diálogos con el Maestro ´´Renunciar al sufrimiento´´


El viejo maestro sollozaba y se quejaba. Se hallaba de pie en una posición por demás incomoda y parecía al verlo que iba a desplomarse. Sin embargo esto no pasaba, sólo su cuerpo se estremecía de los pies a la cabeza y era claro que el dolor que le provocaba era intolerable. Por alguna razón incomprensible estaba así, en una especie de contorsión ridícula tan intrincada que era difícil entender como había logrado colocarse en esa postura.
Al escuchar sus lamentos corrí donde el para socorrerlo.
-¡Querido maestro déjame que te ayude! Exclamé.
-No –me respondió- nadie puede ayudarme, nadie puede, repitió con la voz entre cortada que reflejaba su estado de dolor.
-Sólo debo tomar esta parte de aquí –dije- y girarla hacía allá, hasta que tu brazo se desenrosque de alrededor de tu pierna y esta otra pierna que está acá detrás… ¡No, detente, para ya! ¿Que quieres hacerme? grito como loco.
-Quiero ayudarlo -repuse algo molesto- era usted quien se estaba quejando.
-Si, me quejaba pero no pedía ayuda -me replicó el viejo- con cara de desencajado.
-¡No entiendo! -le grité- y me di la vuelta para dejarlo solo con su excentricidad del momento.
-¿Que no entiendes –me dijo- qué nadie me pueda ayudar o que esté en esta posición? Y al darme vuelta para responderle el anciano estaba parado a pocos centímetros de mí con la cabeza muy adelantada del resto del cuerpo y me escudriñaba con los ojos desorbitados.
-No pude evitar decirle que algunas veces me parecía muy desagradable eso que hacía.
-Lo siento –dijo- recuperando la expresión. Pero no me has respondido la pregunta.
-Ninguna de las dos cosas, respondí tajante.
-No debería ser difícil para ti entender esto Te he visto hacer lo mismo tantas veces -dijo el maestro- Como muchos te pones en posiciones internamente no menos ridículas y torturantes, te quejas por sufrir pero rechazas ayuda cuando en realidad lo único que debes hacer es salirte de allí. Te abandonas en un rincón tenebroso de tu espacio interno y digo te abandonas por que si no lo hicieras podrías moverte a un lugar mejor con solo quererlo. Cuando me viste hace un momento en esa posición absurda no tardaste en darte cuenta de cómo ponerle fin a mi sufrimiento. Pero ¿cómo es posible que no veas que ponerle fin al tuyo es igual de fácil? La única diferencia en ambos casos es que tú me ves a mí, pero no te ves a ti mismo. Si lo hicieras, si te vieras ¡podrías cambiar tu estado en un segundo! sólo debes renunciar a tu forma peculiar de sufrir ¿Estás dispuesto? Te aseguro que en cada uno de nosotros hay un mejor lugar donde habitar. Ahora muévete que no tienes todo el día.