Semillas de consciencia''Alcanzar la certeza a través de la duda''

Escúchame atentamente…
Que tus dudas sean como nubes que cruzan delante del sol, nada más un breve tiempo de oscuridad, algo pasajero, si te instalas en la duda te convertirás en dudador de oficio y difícilmente puedas salir de ahí, esta forma de dudar es una suerte de parálisis, como una congelación de la decisión.
Piensa…
Que la certidumbre, como un estado permanente, es una ilusión que persigue un ego temeroso de asumir su condición.
Recuerda…
Se puede vivir con la duda, mas no en la duda. Asume el riesgo de la decisión más allá de las dudas o las certidumbres descansando en la intención que te anima, la persona correcta en esencia es correcta aun en el error.
Reconoce…
En la duda y la certeza lograda, las dos piernas por las que avanzas por el camino del esclarecimiento, cada una es necesaria para no ir a los saltos.
Abraza…
La duda saludable como forma de conservar la humildad, tórnate certero cada vez y vuelve a dudar hasta la próxima certeza y así avanza, pero nunca te detengas.

Natural-mente

El nivel del mar no va a subir por que tú llores, el rio seguirá su corriente hacia abajo por más que tú te apenes,y el tiempo no se va a detener por que tú mueras.

Semillas de consciencia ''Vivir y morir sin lamentar''

Deja de quejarte ya…
Por tanta cosa sin importancia, o acaso no puedes ver que toda tu vida alcanza y sobra si no pierdes el tiempo en dudas y lamentaciones.
Mira a tú alrededor…
E l viento sopla y arranca hasta la última hoja que quedaba en la rama, sin importarle ni del árbol ni de la hoja, el árbol no se resistió, la hoja no se lamentó.
Los frutos se han caído, algunos se partieron en dos y fueron devorados por las hormigas, otros fueron devorados por los pájaros antes de estar maduros, algunas de sus semillas se hundieron al pie del árbol y germinaron, pero la sombra que dio el gran árbol, les quitó la posibilidad y se murieron, las que viajaron en el vientre del ave fueron depositadas lejos y torcieron un destino desde la aceptación y la mansedumbre y todo sin lamentarse.
No olvides…
Tu vida no es más fugaz que el segundo que pierdes, ni más eterna que el segundo que conservas.
Pon tu conciencia…
En la acción a diario, y encuentra allí la más posible y real de las eternidades.
Ten presente…
Ni siquiera te lamentes de lo no comprendido, porque aunque sea de esto, lamentarse es seguir sin comprender, y no confundas lamentarse con arrepentirse, arrepentirse es comprender la raíz de la equivocación, y esto sin lugar a dudas cambiará tu vida.